Que Venezuela se vista de grises

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Nunca imaginé estar involucrada en política. Crecí en un hogar donde lo único que escuchaba era que los adecos eran lo peor y había que votar siempre en contra, mas nunca escuché un plan de gobierno ni alguna reforma de ley. Viví en una burbuja que se reventó en 1998. De ahí en adelante pasé por mi fase guarimbera con cacerola en mano hasta abollar a la pobre sin lograr ningún resultado.

Creo que el cambio que buscamos necesitamos conseguirlo con la gente de más abajo. Así que este fin de semana, con un grupo de amigos, terminé de reventar mi burbuja social y fuimos a repartir volantes en las colas de los abastos Bicentenario. No sabíamos que esperar, yo pensaba que me iban a ofender y tenía miedo de que la gente reaccionara con violencia, y nosotros éramos sólo 6 personas… Así que con susto, sudando frío y con las piernas temblando, pusimos nuestras manos a la obra. Es impactante cómo te mueve el piso el contacto con personas que viven nuestros problemas mucho peor que nosotros, con los colectivos durmiendo en la casa de al lado, enterrando con una frecuencia desgarradora seres queridos y amigos (pues el grueso de las muertes no es en nuestra Caracas, es en la de ellos), y viviendo la escasez de tal forma que necesitan hacer entre 4 y 6 horas de cola para entrar a un supermercado y ver qué consiguen, y decidir qué pueden comprar de entre lo que hay, pues sólo pueden salir con 5 ó 6 bolsas de los abastos para devolverse a pie o en moto a sus hogares.

La realidad venezolana es desgarradora, y te golpea con un puño de acero cuando la ves de cerca. Sí, nosotros también hacemos cola, es cierto, pero las condiciones no son ni remotamente comparables. Podemos ir a otro supermercado a ver si hay menos gente, o ir otro día porque aún tenemos comida en la casa. Hacemos nuestras colas en aire acondicionado, y sí, nos tardamos nuestro par de horas allí quizás, pero salimos con los carritos llenos de lo que conseguimos. Para quién se pregunta si ellos saben cuáles son nuestros problemas, la respuesta no es sólo un sí rotundo, es un sí con mayúsculas y luces de neón; no sólo los conocen, sino que sufren nuestros problemas magnificados.

Cuando te diriges a un grupo de personas que está en esa injusta e interminable cola, y son capaces de escuchar tus propuestas, cualquier barrera mental o emocional se derrumba como el muro de Berlín. Sí, ciertamente no todos nos recibieron nuestra información, pero fue un porcentaje mínimo quien no la quiso recibir, y más mínimo aún el que arrugó el papel y lo lanzó en el piso o en nuestra cara. Con muchos incluso hablamos largo rato, y nos contaron sus problemas y percepciones de la realidad venezolana, e incluso al final de las conversaciones nos decían “vayan con Dios”, o “nos veremos por la vida”.

Ellos quieren diálogo, ellos quieren la vida que tenían antes de que se intensificaran los problemas, pero no quieren la vida que vivían en la 4ta república. Quieren estar incluidos, que sus necesidades de verdad sean tomadas en cuenta al generar las políticas sociales de Estado. Nuestro mensaje era decirles que si bien arriba el diálogo no se estaba dando, podíamos conversar entre nosotros, venezolano con venezolano, indiferentemente de nuestro color político, y ellos estaban felices con la idea. Y nos compraban el discurso de que están en su derecho de expresarse y exigir que les resuelvan sus problemas, porque el fin último de todo Gobierno es el pueblo y es el pueblo quien los ha sentado donde están. Incluso en los casos más radicales conseguimos receptividad después de hablar largo rato con ellos.

Uno pensaría, yo particularmente lo pensaba, que íbamos a encontrar rechazo al movimiento de protesta de los estudiantes. Sin embargo lo que encontramos fue una gran fe en ellos, en los que están protestando pacíficamente y buscando construir una mejor Venezuela para todos. Eso me llenó de esperanza. Critican sí, con contundencia, a los líderes de oposición, esos que los enviaron a la calle con un discurso de “vete ya”, y esos a quienes si bien no tienen medios donde escucharlos, ya no les creen. Nos contaban que no son precisamente estudiantes a quienes veían trancando el acceso a sus fuentes de empleo, eso es lo que menos veían.

Existe en ellos una rabia generalizada hacia las calles trancadas con barricadas, que les impiden llegar a sus trabajos a ganar el dinero para alimentar a su familia; ellos necesitan ese dinero, especialmente esas personas que trabajan por día. Es indispensable que mostremos empatía con sus problemas y los dejemos pasar, dejarles al menos una vía de acceso.

Como contraste al trabajo que estábamos haciendo, justo frente a una de nuestras colas había una guarimba, gritando con pitos y trompetas frente a un montón de gente que no comprende y no puede alinearse con consignas que no apelan a sus problemas, sino a un cambio político ya. El rechazo nos lo manifestaban abiertamente en las colas, y nos hacía más difícil ablandarlos para transmitir nuestro mensaje.

Conscientes de que en la oposición necesitamos patentar el mensaje inclusivo, decidimos conversar con nuestros amigos opositores. Y aquí fue donde conseguimos el mayor rechazo en todo el día… Sí fue una minoría la que no nos quería escuchar, la que nos llamó locos, y que vivimos en Marte, los que empezaron a tocar la trompeta para apagar nuestras palabras, pero esa minoría nos rechazó con más intensidad que los partidarios del gobierno.

Hay que recordar cuál es el objetivo de la protesta: resolver nuestros problemas; nuestros hermanos del pueblo no son contra quienes hay que dirigir las consignas, ellos no son el enemigo, ellos necesitan las mismas soluciones que nosotros. Necesitamos cuidar de no agredir a la gente que si bien puede o no haber votado por el presidente que tenemos, está sufriendo fuertemente las consecuencias de esos problemas por los cuales protestamos.

La caravana convocada por María Corina pasó en frente de una de las colas en que trabajamos, y de inmediato les gritaron a viva voz las consignas en contra del gobierno. Amigos opositores: ellos no son el gobierno, ellos estaban simplemente haciendo su cola porque necesitan comprar su comida, y no es justo que sumado a la injusta e infinita cola también tengan que escuchar gritos “contra ellos”, porque ellos aún sienten que el gobiernos es de ellos, y justamente en esto es en lo que tenemos que trabajar, trabajar CON ellos.

En las colas estuvimos en contacto con dos guardias nacionales. Yo particularmente entré en pánico cuando vi al primero vigilando, y recuerdo que pensé “aquí fue, nos van a agarrar por instigación a delinquir”. Para mi sorpresa, ocurrió todo lo contrario. La GN nos cuidó, pidiendo respeto a la gente que hacía las colas para que nos escucharan, a pesar de que no compartían nuestra posición. Estuvieron pendientes durante todo nuestro rato allí, de que nadie fuera a hacer nada violento contra nosotros. Con uno de los guardias incluso estuvimos conversando un largo rato y la conclusión fue que él sí cree en que pueda haber una transformación siempre que incluya políticas para ese montón de gente que no tiene las mismas posibilidades que nosotros. Incluso se manifestó en contra de algunas cosas de las que han pasado en estos días.

Definitivamente necesitamos asumir que en las protestas no todo es blanco y negro, bueno y malo, hay muchos matices y hay que tomarlos en consideración cada vez que salgamos a la calle. Es indispensable que dejemos de lado la radicalización, y pensemos profundamente cuál es el objetivo de cada uno de los movimientos que hagamos en este tablero de ajedrez en que se ha convertido el escenario político en Venezuela.

Rechazo fuertemente las acciones represivas que se han cometido contra los manifestantes. Nada justifica ataques como esos. Así como rechazo con más fuerza aún, porque me siento indirectamente responsable, las muertes que han tenido su causa en las barricadas. Nos necesitamos para avanzar, y la violencia, venga como venga, sólo genera más violencia. Y sí, estoy consciente de cuán “hippie” puede sonar eso en estos momentos, pero esto no deja de ser verdad.

Para mí fue invaluable la experiencia de este fin de semana, y creo firmemente que si más opositores se dieran a la misma tarea, lograríamos sumar muchas voluntades para exigir nuestros derechos, dejando de lado la protesta radical. Los radicales de lado y lado son minoría, pero están mellando fuertemente el trabajo que ha hecho la oposición los últimos años, y mellan también la posibilidad de acercamiento con el pueblo que tanto necesitamos ganarnos para construir el próximo gobierno sobre una base de consciencia, para que no tome asiento otro mesías salvador en el trono del poder, como ha sucedido últimamente.

Buda decía: “Si cada día coges un puñado de arena, formarás una montaña”. Ganemos voluntades para nuestra causa, escuchemos y debatamos con quienes no piensan como nosotros, unámonos en las bases comunes que existen para protestar, sólo así vamos a poder construir una Venezuela sólida como una montaña, en la cual quepamos todos, seamos naranja, amarillos, blancos, azules o rojos. Una Venezuela en la que los jóvenes como nosotros podamos tener la calidad de vida que queremos, y podamos criar a nuestros hijos. La paz empieza a sembrarla cada uno de nosotros en las cosas que hacemos todos los días, nunca lo olvidemos. Todos somos “desierto, selva, nieve y volcán” y al andar dejamos nuestra estela… Y queremos que entierren nuestros cuerpos cerca del mar… En Venezuela…

25 thoughts on “Que Venezuela se vista de grises

  1. gabriela says:

    Hermoso Tati. Se lo impresionante que puede ser ese primer encuentro con la verdadera realidad de Venezuela. Carezco del don de la letra para escribir lo que tu tan bien escribiste, por eso me dare el atrevimiento de compartir tus palabras que por tanto tiempo han estado en mi cabeza y corazon. Recuerdas lo que hablabamos el viernes aqui en casa? pues… helo alli… si nosotros la pasamos mal, ellos la pasan mil veces peor… y aun asi siguen palante… q talante no? Yo amo a Venezuela por esa misma gente que tu conociste en las colas del bicentenario, lo que hay es que abrir los oidos y el corazon, pues que dificil es entender cuando no queremos sentir.

  2. Jacobo Montaño says:

    Tu palabras son oxígeno de lucidez entre tantas bombas lacrimógenas, las de la intolerancia. Claro que el problema va más allá de las torpezas del gobierno. Las nuestras no están haciendo menos daño. Gracias por compartir tu valiosa experiencia

  3. liliana says:

    MUCHISIMAS GRACIAS POR ESCRIBIR Y SENTIR ESTO QUE PLASMAS AQUI. Ciertamente tenemos camino por recorrer. Espero que tu mensaje recorra este mundo cibernético y llegue a los ojos e intelecto de la mayor cantidad posible de venezolanos. A mi me ha llegado muy profundo. Que la vida te depare cosas tan bellas como las que deseas para los demás. Un saludo desde Bélgica.

  4. Sergio says:

    Muy de acuerdo con todo.
    Es triste que en 15 años no se haya aprendido, pareciera, absolutamente nada; la gente no puede seguir pensando en que repitiendo los mismos errores conseguirá resultados diferentes. Lo más asombroso de todo es que parece que algunos líderes siguen empeñados en un “FUERA YA”…
    Si el discurso que se ha manejado es de la salida pacifica y electoral, entonces la tares es SUMAR gente hacia este lado, entender como los problemas de todos son los mismos en este país, y simplemente los sufrimos o expresamos de forma diferente.

  5. Maria Esther says:

    Un grupo de amigas encontramos tu escrito y queremos saber un poco mas de ti, autora de estas lineas. Mi nombre es Ma. Esther Puentes, soy de Maracaibo, vivo en Canada, tengo mi familia en Venezuela y deploro este gobierno, pero jamas a mis hermanos venezolanos. La siembra de odio ha sido profunda y solo beneficia a los radicales de ambos bandos. Mis amigas y yo creemos q los venezolanos tenemos derecho a ver la realidad y decidir, no solo ver lo q nos quieran mostrar otros… Tu iniciativa de acercamiento real es loable y audaz, y mucho mas efectiva q todo este desastre… Si tienes una pag. web o quieres ponerte en contacto con nosotras o compartir otros escritos, nos gustaria mucho. Saludos

    • Hola María Esther! No tengo ninguna página web. Los textos que he escrito públicamente son pocos, pero los puedes encontrar todos en este blog. Si no logras accesarlo estoy a la orden. Gracias por tus lindas palabras! Saludos

  6. Mercedes says:

    Te felicito!! Pudiste expresar la reflexión de todos los que hemos salido a dialogar con los venezolanos!! Me puedes contactar al mail que puse que quiero planterate algo? Gracias!!!

    • Hola Mercedes! Muchas gracias. En la app del celular no puedo revisarlo. En cuanto me siente en la computadora revisó y te contacto con mucho gusto. Saludos!

  7. Patricia Hernandez says:

    Tatiana, primero quiero felicitarte porque estas ideas con seguridad van a remover la conciencia y los sentimientos de algunos para los que esto que tu narras, es una experiencia desconocida. Justo hoy discutía en la oficina con algunos compañeros este punto que desarrollas y que con ese don de palabra que Dios te dio, has descrito con tanta claridad y sencillez…No hay forma de que se den los cambios si no entendemos que el gobierno es una cosa y los simpatizantes otra, y lo importante que es, a pesar de lo difícil q pudiera ser para algunos, ser empatico e intentar entender lo que motiva a algunos a creer en esta muy mala copia de socialismo. Como país merecemos mucho más de lo que tenemos pero la construcción de ese país no lo hacen unos pocos en el gobierno, se hace en el día a día y creo firmemente que la salida es más compleja que cambiar de gobierno, pero ese sería un primer paso. Un abrazo!

  8. Mariangel says:

    Estoy conmovida con tus palabras.. Extraordinaria tu capacidad en describir lo que estamos viviendo.. Admirable tu capacidad de concretar acciones y gran valentía a dar ese paso!!! Muy identificada contigo.. Inclusión es lo que necesitamos!

  9. Maria says:

    Muy bonito todo si estuviésemos en época de elecciones. Pero la verdad es que de aquí a que llegemos a unas elecciones, el pais se terminó de hundir, los que puedan se habrán ido y los que no, terminarán en manos del hambre o la delincuencia. No es momento de hacer propaganda para que los queridos hermanos chavistas se nos unan (que no tiene nada de malo), es momento de que nos unamos nosotros más que nunca, dejemos de criticarnos, y no dejemos que las muertes de todas las (la última cifra que leí fue 19) personas caídas no sean en vano. Son 19 hogares destruídos, 19 personas, 19 mamás y 19 papás, quién sabe cuántos hermanos. Si se van a hacer barricadas para que nadie pueda moverse por la ciudad, que no las critiquen y se hagan de verdad, de nada sirve hacer las cosas a medias porque a algunos les incomoda. Si trabajas en un banco y no puedes salir de tu casa para ir a trabajar, se empezará a sentir el impacto de lo que se está haciendo cuando el banco en donde trabajas no pueda funcionar adecuadamente. Si trabajas en un canal de televisión, lo mismo. En un colegio, en Procter & Gamble, en una imprenta, en una firma de abogados, en un tribunal, en Empresas Polar, etc… etc… etc…
    Es momento de perder el miedo y terminar de atrevernos a hacer por nuestro pais.

    • Nunca es mal momento para unir a todo el pueblo. Las protestas que no los incluyan van a terminar por explotarnos en la cara. Si criticas a quienes están haciendo este trabajo caes en el mismo juego de quien te critica a ti por hacer barricadas. Ese es el punto de mi artículo. Las protestas tienen que ser complementarias… Hay que encontrar el gris entre los puntos radicales. Tú hablas de trancar todo. Todo no lo puedes trancar sin sumar a gente que viva en el centro. Gente pobre, no la clase media que no va a dejar de ser oposición porque los encierres en sus municipios. En mi trabajo por ejemplo, con los “trancazos nacionales” los únicos que no llegan son los que viven en baruta y el Hatillo. Cualquiera sea la vía en que creas que se va a dar un cambio, necesitas a la otra mitad de Venezuela. Ese es el objetivo de mi artículo. Cada quien es libre de expresarse y opinar. Yo particularmente pienso más a largo plazo, y aún si lo miras a corto plazo, sumar es la mejor alternativa. Saludos..

  10. Ingrid Centeno says:

    Tatiana no sé quién eres, pero sé que puedes, y puedes por ti y por nosotros. Eres parte de esa generación de relevo que se necesita, que se han ido del país y peor aún algunas que se fueron sin querer y que no podrán volver. La paz eterna para ellos.
    Durante estas últimas semanas he leído y visto de todo, pero tus palabras conmueven incluso al que tenga corazón de piedra. Quisiera unirme a tu misión, apoyarles con la razón y tratar de colorear con ese gris que nos a cobije a todos por igual.
    Ojalá pudieran leerse tus palabras en cadena nacional y de tu propia voz, pero por lo pronto es algo que se debe RT, divulgarse, tratar de copiar y replicar.
    Recibirás comentarios de todo tipo, pero no dezvanezca tu ánimo y buena disposición. La razón siempre es egoísta y la quieren todos para Si, pero hay razón para todos, así como hay país para todos.
    Si me necesitas ya tienes mi correo. Dios te bendiga y te ilumine el camino.

  11. María Elena Francia says:

    Feliidades por tus sentidas y sabias palabras. Este encuentro no solo es necesario, es urgente e impostergable… Encontrarnos en ese terreno donde está lo que nos une por encima del partididmo y reconocernos venezolanos es la Única opción para salir de esta situación Juntos…
    Preciosa ilustación. Quisiera saber si me permites usarla para una actividad con mis alumnos… Gracias. Bendiciones.

  12. Jazmin says:

    Tienes razón, los cubanos llevan casi sesenta años y ya sabes como,son las cosas, la historia esta escrita, el muro de Berlín, la URSS, etc., estas totalitarias no caen con volanticos, que son importantes, pero en el lo mentó agudo de la guerra, no dar tregua, sorprender, ser inteligente, breve, eficaz y perseverante, cada uno que haga su afán, el guarimbero guarimbea el pa cartero pa careta, el,político politiquea y todos juntos llegaremos al objetivo, con la meta siempre en la mira… La violencia nunca lleva a nada bueno, pero como,combates a estos sátrapas?tiene que ser con sus mismas armas, eso lo hace un Grupo, otro grupo penetra en las clases más desfavorecidas y los atrae, los convence, les enseña la vía…. Les pregunta, les consulta,aprende de ellos, en fin, incluyendo incluyendo

  13. Myren Lucia Losada says:

    Excelente iniciativa. Nosotras lo estamos haciendo con pancartas. Cero consignas anti-gobierno, en 1era persona con eventos reales. Hemos ido a hospitales, entrada metro Chacaito, salidas de auto mercados, colas.

    La recepción excelente. Y el contraste del que hablas, lo vivimos en el Unicentro El Marques, al unirnos a la marcha que iba a Petare, sentimos que la protesta silente que habíamos dejado atrás nos resonaba más. Hemos ido sólo mujeres y eso también tiene su encanto. Es menos amenazante. Y no hablamos con nadie. Respondemos con monosílabos. Y eso es muy contundente. Silente…

    Te copio mis tips. Por cierto no se como te llamas…

  14. Nivia Gutierrez says:

    Estoy totalmente de acuerdo contigo ese es el camino que todos los venezolanos deberíamos tomar para reencontrarnos con nuestros hermanos y trabajar juntos por todos nuestros problemas. Estoy a l orden para trabajar en algún proyecto de inclusión social. Mi correo es niviagv@gmail.com

  15. Patricia says:

    Hola, que bueno recibir tu escrito, siempre he pensado que lo que sucede no es por casualidad y me refiero a que haya recibido tu mensaje, como lo que esta sucediendo en Venezuela. Creo que somos un gran pais pero que todavia nos falta mucho por recorrer y este puede ser parte del proceso. Si en algo les puedo colaborar o unirme para seguir haciendo este tipo de actividades por fa hazmelo saber a mi correo, que con gusto estare alli!! Muchas Gracias

  16. Juili says:

    Hola Tatiana, gracias por poner en “papel” lo que pienso, como muchos aquí tomaré prestado tu escrito y lo haré llegar a mas Venezolano, siempre he pensado que es la hora de unirnos, mas que nunca, y precisamente este fin de semana estuve conversando con mis amigos sobre la situación que viven los venezolanos menos favorecidos, ellos siempre vivieron la delincuencia pero ahora es incontrolable y la viven mucho peor que nosotros, ellos no tienen reservas en sus casas como para aguantar semanas de paro por los trancazos, y eso debemos entenderlo todos, hay que protestar pero controlar la protesta sin dañarnos los unos a los otros. Yo pongo mi granito de arena trabajando y llevando el mensaje como tú a quién puedo, creo que trabajar honradamente también es una forma de hacer patria como quien dice, ademas de incentivar el deporte; despues de haberme vuelto corredora he aprendido que en el deporte no hay tilde politico y nos une muchisimo, por eso muchos clubes hacen carreras actualmente por la paz, y hay personas de todos los bandos dejenme decirles, porque ahí en el asfalto a todos nos llegan los mismos problemas, sobretodo la inseguridad.
    Cuando hago junto a un grupo de corredores los Km por la Paz en Maracay siempre trato de evitar las consignas en contra del gobierno por las mismas razones que plasmas aquí, yo no estoy en contra del pueblo que voto por este gobierno, estoy en contra del Gobierno y de las decisiones que han tomado por años y derrumbaron mi país, y la idea de todo esto es la unión, recordarle a todos los Venezolanos que esten a nuestro alcance que tenemos que luchar por nuestra Venezuela, por tener una vida mejor, que a todos nos afecta la Inseguridad, el desabastecimiento, la inflación, la poca seguridad juridica e institucional que no nos permite soñar en grande, existen profesionales que no pueden ejercer su profesión pero también existe muchos que ni siquiera pueden llegar a ser profesionales universitarios y no porque no hayan querido. Veamos siempre las 2 caras de la moneda y lleguemos más allá.
    Ojala cada día mas opositores podamos llegar a la puerta de los que apoyan al gobierno y entablar una conversación sin discusión para ganar un aliado por una Venezuela mejor.
    Saludos, excelente blog.

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